En esta ocasión, enfrentamos la renovación total de un apartamento de 45 m2 en el nivel inferior de un edificio en Madrid, hogar de una joven pareja y su hija de 2 años.

El desafío surgió de la necesidad de crear un segundo dormitorio para la niña sin sacrificar la luz natural ni la sensación de amplitud en el resto del espacio. Optamos por habitaciones compactas con geometría estratégica para aprovechar cada centímetro y suavizar sus formas desde dentro y desde el área común. 'Ventanas' fragmentan los volúmenes, aligerándolos y permitiendo que la luz fluya, conectando el interior con el exterior.

El uso del blanco, iluminación indirecta y paleta de materiales reducida generaron fluidez y acentuaron las formas, maximizando el espacio en lugar de reducirlo.

Esta vivienda, ¿podría ser un atisbo de un futuro en el año 2049? Un equilibrio entre innovación y funcionalidad que nos deja maravillados.