Comenzar a relatar una historia desde su conclusión no es algo que se haga a menudo, pero queremos destacar un elogio especial que recibimos de una vecina sueca al describir nuestra intervención en esta vivienda como "sueca". Este elogio fue precisamente lo que buscábamos y lo que la propiedad tenía en mente desde el principio.

Desde el inicio de este proyecto, establecimos una conexión especial con los propietarios, Susana y José. Nos gusta pensar que esta conexión es mutua y va más allá de la típica relación cliente-arquitecto.

Desde el principio, nuestro objetivo ha sido crear un espacio tranquilo, ordenado, funcional y original, sin extravagancias. Logramos esto a través de acabados con texturas, colores y tonos serenos.

La propiedad nos dio carta blanca, con la premisa de mejorar la casa de manera significativa o venderla y mudarse. Esto nos llevó a replantear completamente el espacio, manteniendo el programa original. Reorganizamos las estancias para aprovechar las vistas espectaculares desde la terraza en el lado opuesto de la vivienda.

Las decisiones clave para esta transformación incluyeron cambiar la ubicación de la cocina, eliminar un aseo que ya no cumplía su función original y desplazar el baño compartido para crear un volumen independiente que ampliara las vistas y la circulación alrededor de él.

Este baño central, ligeramente descentrado, crea un paso hacia el salón y proporciona espacio para una mesa de comedor funcional entre la cocina y el salón. Utilizamos madera de tonos claros en toda la "caja" del baño, que se extiende como una "alfombra" en el pavimento circundante. También redujimos el falso techo en esta área para ocultar la instalación del aire acondicionado, enfatizando la intención del diseño.

La misma madera se usa en los dormitorios para crear una sensación acogedora en el área de descanso. El resto de la vivienda presenta un pavimento continuo de micromortero en tonos grises uniformes.

Las aristas del cubo central y los cambios de pavimento se acentúan con líneas negras finas que delinean los volúmenes y la disposición geométrica deseada.

Los frentes de los muebles en toda la vivienda se lacan en blanco y un gris similar al suelo, pero con un toque negro especial para Cirilo, el gato de la casa, que tiene su propio "apartamento" en uno de los armarios, cerca de la luz natural de la terraza.

Queremos expresar nuestra gratitud a Diego Macarrón por su precisión en la mesa del comedor y en la mampara del baño, así como a Marcelo Giacobone por llevar a cabo con meticulosidad los detalles de diseño en la cocina, el mobiliario del salón y los muebles del baño. Ha sido un placer trabajar con todos y para todos.